El hundimiento en el ciclismo
!!!Hola!!!:
En esta entrada voy a tratar de destacar la importancia del impacto psicológico en el mundo del ciclismo a través de 3 diferentes casos:
En el primer caso voy a hacer un viaje en el tiempo a la última etapa del Tour de Francia de 1989. En la contrarreloj se disputaban el título el héroe local Laurent Fignon y el americano Greg Lemond.
No había duda de que el único vencedor posible era Fignon (vencedor del tour de 1983 y 1984).Claramente era uno de los mejores contrarrelojistas del momento (bastante mejor que Lemond). Ese euforia que había entre la gente contaminó a Fignon e hizo que fuese bastante conservador durante la decisiva contrarreloj. Tenía 50 segundos de ventaja, y aún así Lemond se sacó de la manga un tiempo brutal, sacándole 58 segundos, con lo que fue el vencedor final del Tour de esa edición. Fignon no se lo podía creer, y de hecho si veis las foto del podium final,podéis apreciar lo malhumorado y decepcionado que se encontraba. Se excusó diciendo que padeciera dolores terribles durante la etapa, pero varios analistas consideran que simplemente fue una excusa y que perdiera el maillot amarillo por dejarse llevar por la presumible renta que tenía.
Sea como fuese, ese decepción ayudó a que Fignon no volviese ganar ninguna prueba ciclista importante, pese a que aún conservaba suficiente potencial como para conseguirlo.
Muchas veces creemos que nuestra superioridad es nuestra mayor ayuda, pero el ciclismo es un claro ejemplo de deporte en el que el principal enemigo no es tu rival sino tú mismo. Los grandes campeones se acaban dando cuenta a tiempo, sin embargo otros grandes corredores se preguntan a diario por qué han dejado de aprovechar sus grandes oportunidades, y eso les acaba destruyendo, al menos en lo que a nivel moral se refiere.
El segundo caso al que voy a hacer mención es una de las rivalidades más bonitas que podría haber dado el ciclismo en la historia. Esta rivalidad versa sobre Joseba Beloki y Amstrong.
Me podéis argumentar con toda la razón del mundo que Beloki no era tan buen ciclista como Lance, pero no intento explicar eso, sino que a veces los ciclistas no tienen la culpa de su decadencia, y que a veces las cosas ocurren y no podemos cambiarlas.
A mi modo de ver, el 14 de julio de 2003 fue uno de los peores días del ciclismo español. Cuando faltaban menos de 10 km para la meta, Beloki perdió el control de su bici en una curva y tras una mala caída, se rompió la muñeca derecha, el codo y un femur. Ese fue el final de sus días de gloria. Al lado de Beloki, Lance Amstrong se salvó de la caída girando bruscamente y atajando a través de un campo. Lance no sólo no se cayó, sino que tampoco pinchó, pues circular con la bici por ese campo era bastante impracticable. Supongo que esa fue la suerte del campeón. Estoy convencido de que Lance no hubiera querido que pasara eso, pero Beloki nunca se recuperó de ello, no solo físicamente sino también a nivel mental hasta que finalmente tuvo que colgar la bici en 2007.
El tercer caso versa sobre Marco Pantani. Para mí fue uno de los mejores escaladores de todos los tiempos. Fue el típico ciclista que se vió superado por la tristeza y sus ideas enfermizas. Tras ganar el Tour 98, se presentaba un Giro en el que era el principal favorito. Pero a punto de finalizar la prueba y estando claramente lider y virtual ganador, fue sorprendido en un control antidopaje con elevados niveles de EPO. Tras ese día, Pantani dejó de sentirse cómodo como profesional. Participó en el Tour del 2000 pero ya no era el mismo corredor. Es probable que siguiera teniendo suficiente físico pero su mente estaba en otra parte, su amor por la competición se había apagado como si de la luz de una vela se tratase. Desgraciadamente, todos sabemos como acabó Pantani. Nunca se recuperó de su depresión. A veces resulta muy dificil comprender como todo se ha ido al garete y no encontrar soluciones.
A través de estos 3 ejemplos quiero reflejar como los ciclistas son propensos a que les pueda el cerebro, el ocaso y la tragedia. El desgaste mental forma parte de la decadencia de cualquier deportista. Por eso pienso que la sociedad no los trata como debieran, no sólo por lo poco que cobran en comparación con otros deportes, sino también porque son fulminados y tratados muy mal cuando sus días gloriosos son pasado. Deberíamos estar agradecidos a ellos, y hacerlos tratar como lo que son: unos héroes sobre la bicicleta haciendo cosas aparentemente imposibles para un ser humano.
Muchas gracias por leer esta entrada.
Miguel Prado Alonso
El hundimiento en el ciclismo
Reviewed by Miguel
on
20:09
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Impresionante como siempre. Un saludo
ResponderEliminarMás de 100 visitas la entrada.
ResponderEliminarEnhorabuena
muchas gracias :)
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